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El lado B de Héctor

us padres le inculcaron el hábito de la lec-
Stura, aunque no era un gran lector. Sin em-
bargo, un día, tomó una edición ilustrada de El
periquillo sarniento de José Joaquín Fernández
de Lizardi, lo leyó por gusto y descubrió que era
una actividad relajante, placentera y construc-
tiva. “Me gustan los clásicos, como Las aven-
turas de Sherlock Holmes, de Arthur Conan
Doyle; El viejo y el mar, de Ernest Hemingway, y
Cien años de soledad, de Gabriel García Már-
quez”.
Además de la literatura, Héctor disfruta al sa-
lir a tomar el aire, comer en la calle, estar con
su familia y amigos, o ver series como Breaking
bad y The walking dead, porque lo desconec-
tan del mundo y de la carga de estudio.
Es aficionado al atletismo, deporte que prac-
tica por cuenta propia en lugares donde abun-
da la naturaleza. En la secundaria formó parte estudiaba tres distintas asignaturas durante 10 ho-
del equipo escolar y obtuvo el cuarto lugar en la ras al día, de ocho de la mañana a seis de la tarde,
sede regional de Pachuca. “El ejercicio es algo con algunos minutos de descanso para relajar la
que no debe faltar en la vida de nadie, porque mente.
además de brindarte salud, te fortalece espiri- Las asignaturas que más se le dificultaron fueron
tualmente”, enfatizó.
Cuando estudia, la música no le puede faltar, Estructura Socioeconómica de México y Contabi-
pues con ella se concentra mejor, especialmen- lidad III, pero “con disciplina y una meta todo es
te si es pop o rock con exponentes como Hom- posible. Aunque a veces no puedo creer que haya
bres G, Auténticos Decadentes, Río Roma, Sin acreditado 46 materias en tan poco tiempo; es un
Bandera, Luis Miguel, Timbiriche o Morat. En logro compartido con mi familia que siempre me
este sentido, la canción ¿Y por qué no soñar?, apoyó”, precisó.
de Antonio de Jesús, lo motivó en su aventura Por otra parte, Héctor Arroyo estudió por cuen-
en el sea, ya que habla sobre la importancia de ta propia el libro de Álgebra de Aurelio Baldor, “lo
la formación académica en los jóvenes y en el cual fue algo sensacional, porque en la secundaria
logro de sus metas.
no me gustaban las matemáticas como actualmen-
te, y junto con la Física son mi gran pasión”. Por
ello, está pensando estudiar Ingeniería Mecatró-
nica, Física o Física Aplicada, sea en el Instituto
Politécnico Nacional, en la Universidad Nacional
Autónoma de México o en la Benemérita Universi-
dad Autónoma de Puebla.
Héctor también exaltó la
calidad de los conocimientos
que recibió en nuestra institu-
ción, pues se siente capaz de
aprobar el examen de ingreso
a la educación superior y de
enfrentar los retos que vienen,
pues piensa que es importan-
te seguir preparándose para el
futuro.
Héctor Arroyo es un joven
inquieto cuyo deseo de cono-
cimiento no conoce límites:
“Estoy acostumbrado a es-
tudiar de manera autodidac-
ta, así que en la universidad
pienso continuar con el mismo
ritmo que adquirí en el sea del
Colegio de Bachilleres”.

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